Artículo del Hermano Juan Ruiz, Presidente OMCC


Artículo tomado del Boletín de mayo del OMCC.

II.
Estudio del Carisma de Cursillos: Parte 1

INTRODUCCIÓN
Es de las fuentes de donde se ha de beber.
Volver a las fuentes es beber del manantial del que brota el agua.
Beber de las fuentes es “renacer” con cada sorbo de agua pura original.
La génesis de las cosas nos ilustra acerca de su naturaleza y para comprender bien la naturaleza de cualquier concepto nada mejor que comenzar investigando su origen, el mejor método de investigación es estudiar las cosas en el proceso de su desarrollo desde el comienzo.
Se pretende con este trabajo intentar llegar a todo lector que quiera conocer “la” verdad del Carisma de los “Cursillos”, como fue inspirado por el Espíritu Santo.
Es una exposición esquemática de hechos y sucesos acaecidos que, engarzados y unidos, fueron componiendo el “eco” del Señor Jesucristo en aquel momento y lugar, que perdura en los cinco continentes como Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Se ha pretendido prescindir de frases elocuentes y de adentrarse en profundidades filosóficas o teológicas. El contenido se expone, a través de un lenguaje normal, con palabras sencillas, para que lo entiendan todas las mujeres y todos los hombres de cualquier profesión, en cualquier situación en la que se encuentre y dando por supuesta la buena voluntad.
En cada momento de la historia de la Iglesia ocurren unos sucesos providenciales de los que el Señor se vale para provocar en las personas ese “renacer” espiritual, que tanto le costó entender a Nicodemo.
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Cursillos es uno de esos sucesos.
Cursillos no nace para que los cristianos sean mejores, ni para que los mejores sean cristianos, sino para que los cristianos sean cristianos.
Se irán encendiendo las velas del principio, como fueron sucediéndose los acontecimientos del Carisma de Cursillos, porque un fenómeno histórico sólo puede captarse adecuadamente cuando se iluminan sus comienzos.
Todo Movimiento empieza con una mística.
Después de que ha nacido “la” mística, es necesario que se ponga en práctica una organización para mantener y extender la esencia de ese Movimiento.
Pero hemos de ser precavidos porque en ese momento de la conjunción de la mística y la organización, puede ocurrir, y muchas veces ocurre, que la organización se come a la mística.
La organización se come a la mística cuando los hombres y mujeres responsables, que “manejan” la organización, “consideran” necesaria la implantación de una norma y anteponen la norma al criterio.
La organización se come a la mística, también, cuando esos hombres y mujeres “responsables”, que “manejan” la organización, encuadran “la” mística en “otra” mística.
Para que la organización no se coma a la mística es absolutamente necesario que las personas que asumen la organización tengan el criterio suficiente sobre “la” verdad de lo que asumen organizar.
Si en esas personas ello es necesario, más necesario es aún, para que la organización no se coma a la mística, que el conjunto o totalidad de las personas que componen ese Movimiento, o sea las personas sencillas y normales que viven ese Movimiento, conozcan “la” verdad de la mística y también que tengan el criterio suficiente sobre lo que se ha de organizar, para que todas y cada una de esas personas sencillas y normales que componen y viven el Movimiento impongan su criterio, en el caso de que los responsables encargados de la organización tergiversen, manipulen o se desvíen de “la” verdad de lo que se pretende organizar.
La verdad nos hace libres en el criterio de “la” verdad que se pretende proteger y en su defensa, sin sometimiento a nada ni nadie.
Cuando hay personas de criterio la organización nunca se come a la mística, sino que la mística vive, crece y da frutos en esas personas.
Se ha de permanecer fieles a “la” verdad y se ha de mantener un criterio decido sobre “la” verdad, a pesar de que existan y se oigan “otras” opiniones diferentes de “la” verdad. Esas “otras” opiniones pueden ser muy buenas, pero su bondad estará en “otro” orden, en “otra” verdad. Esas “otras” opiniones y criterios, por tanto, y a pesar de ser buenas para su aplicación en “otro” campo, han de ser rechazadas del campo de “la” verdad que se pretende vivir. Aunque duela,
La verdad es más importante que la pena que pueda causar.
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Se ha de procurar, como cristianos, como cursillistas, ser santamente orgullosos, santamente egoístas y santamente ambiciosos de “la” verdad.
El supremo criterio sobre los Cursillos es considerar que Cursillos es más importante que un código de normas para llevar a cabo el Movimiento de Cursillos
En Cursillos el “ser” es más importante que el “hacer.
En Cursillos el “qué” es más importante que el “cómo”
Cursillos es un criterio.
Cursillos es una postura ante el hecho de vivir.
Cursillos es dar importancia al bautismo y a la amistad
Porque es por el bautismo que somos Hijos de Dios.
Porque es por el bautismo que somos Sacerdote, Profeta y Rey.
Porque es por el bautismo que buscamos amistad, que es el aliento de la vida.
Cursillos no nace para que los cristianos sean mejores, ni para que los mejores sean cristianos, sino para que los cristianos sean cristianos.
Ser cristiano es saber convertirse continuamente.
Ser cristiano es “sentir nostalgia” de ser cristiano.
Ser cristiano es, más que nada, sentirse amado por Dios.
Como siempre, nos despedimos rogándole a Nuestro Señor nos mantenga unidos en su amor y amistad.
De Colores,
Juan Ruiz
Presidente - OMCC

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